Al explorar la historia de la bachata, tal como suele suceder con el origen de muchos géneros musicales, descubrimos que esta surge como el resultado de una fusión músico social, que entreteje ritmos, instrumentos, melodías y un contexto autóctono, en el caso de la bachata, el ambiente nativo dominicano.
Etimológicamente, la palabra bachata, de origen africano, designa fiesta, parranda y distracción; en un principio, incluso en República Dominicana la bachata se utilizó para referirse a festividades de carácter abierto, y no propiamente a un género musical.
Musicalmente hablando, la bachata es un género híbrido por lo que se considera al bolero rítmico, el pasillo, son cubano, huapango, merengue, entre otros como sus más representativos antecesores. Muchos historiadores coinciden en que el origen de la bachata se sitúa a comienzos de 1920, aunque en sus primeras expresiones este género dista en gran medida de la bachata actual.
La difusión de la bachata tuvo en sus orígenes una progresión lenta, y fue en los sectores marginales de República Dominicana donde tuvo una aceptación inicial, considerada por la alcurnia dominicana como manifestaciones inmorales, a la cual le otorgaron títulos de carácter despectivo como “música de amargue”, “música de guardia” o “discos de vellonera”.
Para 1930 la bachata trascendía de los hogares marginales dominicanos a sitios públicos representativos, tal es el caso del Callejón de la Alegría, en el que ya se reconocían como bachateros a artistas tales como Ramón Wagner y al Conjunto de la Mulatería.
Ya en 1955 se hacía por parte de Ramón Emilio Jiménez la primera distinción específica de la consistencia del género como tal, y se enfatizaba como una celebración en la que se reconocían ritmos generados por la inclusión de instrumentos como la guitarra, el bongó, y las cucharas. En estas manifestaciones se entonaban variaciones de géneros musicales como el bolero rítmico, la guaracha, y el son.
Con la llegada de la década de los sesenta la bachata migró de un entorno rural a uno urbano y fue reconocida como un género musical de características bien definidas, de origen dominicano e influenciado claramente por el bolero. A la primera generación reconocida de bachateros pertenecen artistas de la talla de Rafael Encarnación, Tommy Figueroa, Jose Manuel Calderón y Luis Segura, este último fue claramente considerado como el bachatero más representativo de su época, y hay quienes se atreven a asegurar que es el padre de la bachata, al considerar que los ritmos que se entonaban hasta su aparición bien podrían ser reconocidos como boleros acelerados.
Sin duda la década de los ochenta fue un punto de inflexión en la historia de la bachata, tanto por la popularidad y aceptación que alcanzaron éxitos como “pena por ti” (Luis Segura), como por la aparición de una nueva generación de artistas, a lo que se sumaba el surgimiento de nuevas formas digitales de grabación musical. Entre los artistas más representativos de esta época podemos encontrar a Juan Luis Guerra, Víctor Víctor, Luis Dias, Sonia Silvestre, entre otros, quienes lograron que este género no solo fuera escuchado en sectores populares, y se masificara a tal punto de trascender los límites dominicanos y convertirse en una referencia musical latinoamericana. Para este tiempo ya se podían escuchar variantes del género, como es el caso de la bachata acelerada y la bachata pausada.
La bachata actual es un producto musical latino que ha logrado ganar adeptos de todos los niveles sociales del continente americano, y del público de escucha hispana alrededor del mundo. Hoy por hoy incluso cuenta con artistas representantes del género no dominicanos de gran aceptación.
Entre los artistas bachateros más reconocidos en la actualidad se encuentran:
Zacarías Ferreira
Blas Durán
Raulín Rodríguez
Juan Luis Guerra
Antony Santos
Luis Vargas
Elvis Martínez
Grupo Aventura (Desaparecido)
Prince Royce
El Chico Veras (Artista Revelacion)
Romeo Santos (Artista con más ventas del género en toda la historia)
Etimológicamente, la palabra bachata, de origen africano, designa fiesta, parranda y distracción; en un principio, incluso en República Dominicana la bachata se utilizó para referirse a festividades de carácter abierto, y no propiamente a un género musical.
Musicalmente hablando, la bachata es un género híbrido por lo que se considera al bolero rítmico, el pasillo, son cubano, huapango, merengue, entre otros como sus más representativos antecesores. Muchos historiadores coinciden en que el origen de la bachata se sitúa a comienzos de 1920, aunque en sus primeras expresiones este género dista en gran medida de la bachata actual.
La difusión de la bachata tuvo en sus orígenes una progresión lenta, y fue en los sectores marginales de República Dominicana donde tuvo una aceptación inicial, considerada por la alcurnia dominicana como manifestaciones inmorales, a la cual le otorgaron títulos de carácter despectivo como “música de amargue”, “música de guardia” o “discos de vellonera”.
Para 1930 la bachata trascendía de los hogares marginales dominicanos a sitios públicos representativos, tal es el caso del Callejón de la Alegría, en el que ya se reconocían como bachateros a artistas tales como Ramón Wagner y al Conjunto de la Mulatería.
Ya en 1955 se hacía por parte de Ramón Emilio Jiménez la primera distinción específica de la consistencia del género como tal, y se enfatizaba como una celebración en la que se reconocían ritmos generados por la inclusión de instrumentos como la guitarra, el bongó, y las cucharas. En estas manifestaciones se entonaban variaciones de géneros musicales como el bolero rítmico, la guaracha, y el son.
Con la llegada de la década de los sesenta la bachata migró de un entorno rural a uno urbano y fue reconocida como un género musical de características bien definidas, de origen dominicano e influenciado claramente por el bolero. A la primera generación reconocida de bachateros pertenecen artistas de la talla de Rafael Encarnación, Tommy Figueroa, Jose Manuel Calderón y Luis Segura, este último fue claramente considerado como el bachatero más representativo de su época, y hay quienes se atreven a asegurar que es el padre de la bachata, al considerar que los ritmos que se entonaban hasta su aparición bien podrían ser reconocidos como boleros acelerados.
Sin duda la década de los ochenta fue un punto de inflexión en la historia de la bachata, tanto por la popularidad y aceptación que alcanzaron éxitos como “pena por ti” (Luis Segura), como por la aparición de una nueva generación de artistas, a lo que se sumaba el surgimiento de nuevas formas digitales de grabación musical. Entre los artistas más representativos de esta época podemos encontrar a Juan Luis Guerra, Víctor Víctor, Luis Dias, Sonia Silvestre, entre otros, quienes lograron que este género no solo fuera escuchado en sectores populares, y se masificara a tal punto de trascender los límites dominicanos y convertirse en una referencia musical latinoamericana. Para este tiempo ya se podían escuchar variantes del género, como es el caso de la bachata acelerada y la bachata pausada.
La bachata actual es un producto musical latino que ha logrado ganar adeptos de todos los niveles sociales del continente americano, y del público de escucha hispana alrededor del mundo. Hoy por hoy incluso cuenta con artistas representantes del género no dominicanos de gran aceptación.
Entre los artistas bachateros más reconocidos en la actualidad se encuentran:
Zacarías Ferreira
Blas Durán
Raulín Rodríguez
Juan Luis Guerra
Antony Santos
Luis Vargas
Elvis Martínez
Grupo Aventura (Desaparecido)
Prince Royce
El Chico Veras (Artista Revelacion)
Romeo Santos (Artista con más ventas del género en toda la historia)
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